De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Se conoce como torre de alta tensión a las estructura destinada al suministro de forma continuada de energía potencial a las líneas de tensión, siendo la responsable de que éstas pasen a denominarse líneas de alta tensión, debido a la altura de la que gozan los cables.
En mayor o menor grado, qué bonito es el producto final, y qué bueno resulta para los distintos sentidos. Con pensar que ha sido arrojado desde el cielo por un séquito de cigüeñas nos conformamos, y evitamos cualquier tipo de indagación acerca de su verdadero origen.
Si no queremos caer en este error conformista, tenemos que preguntarnos, ¿y si no fuesen las cigüeñas? Pero antes de que nos preguntemos esto o cualquier otra cosa, Apel ya ha lanzado el Ipaz 6 (cuyos costes de fabricación me gustaría conocer) y todos como zombis al supermercado. ¡No piensan los impensantes!
Una torre de alta tensión está compuesta de vigas y tornillos. Las unas y los otros se fabrican mediante el proceso conocido como laminación. Se trata de hacer fluir el material de partida (en forma de ladrillo) por medio de unos rodillos con geometría específica, de los que toma la forma deseada.
El proceso anterior sería la creación de la aleación del acero y el moldeado (se le da la forma de ladrillo para su transporte) y el siguiente algún tratamiento superficial o mecanizado, dependiendo de lo chapuza que haya quedado nuestra viga o tornillo.
La matriz de impacto ambiental de una torre de alta tensión es de naturaleza anómala, haciéndose nula en el momento en que las urracas se posan en los cables o las cigüeñas nidan en los voladizos; y haciéndose infinita en el momento en que un águila imperial se electrocuta o un buitre leonado se estampa o una persona se ahorca. Para el caso de la electrocución, el transitorio del arco eléctrico coincide en forma de pico con el salto del impacto ambiental desde cero hasta el infinito. Otra cosa que les pasa a las aves es que se queden atrapadas en los herrajes/accesorios metálicos y al desesperarse intentando levantar el vuelo se automutilen hasta morir agónicamente.
¿Flexotracción? ¿Y por qué no flexocomptractorsión? Cabreado, arrugué la hoja de la normativa y al tirarla a la chimenea se prendió y se revelaron nuevas líneas, que estaban escritas con tinta de limón:
UNE180305: A fin de minimizar daños socioeconómicos, deberá determinarse la quijotada de cualquier estructura expuesta en la vía pública o susceptible de encontrarse en el camino de un lunático.
Si esto es reciclar la broma, entonces qué es lo que hacen los ingleses, estadounidenses y ahora también japoneses, volviendo a crear disparatadas obras caballerescas, fantásticas y de superhéroes, que hacen que la gente de a pie asquee de su realidad algoritmizada del transporte público.
| —Me lleve el Diablo, amigo Sancho, si esos de ahí no son los esqueletos reanimados de los gigantes del Norte, que aliados con los salvajes forjaron el séptimo ejército que atravesaría el Muro de camino al Castillo Oscuro, y que por lo que veo la bruja Melissandre, la mesma que me martiriza con su magia y encanto, mantiene maniatados los unos a los otros por medio de esas cadenas.
Sancho, tan simple como de costumbre y cegado por la adquisición de la ínsula, aupa a su señor para que éste pueda burlar las chapas que normalmente impiden a los lunáticos trepar por las vigas. —Si apenas yo puedo con su peso, me pregunto cómo debe andar el pobre Rocinante, que aunque caballo entre caballos, además de su peso también carga con el mío. —Calla y aprende de Rocinante a no protestar, porque ninguna es la historia de caballerías que yo conozca en la que un escudero protestase por cargar con su señor. En esto que el viento comienza a sacudir la estructura. —¡Dejad de moveros!-Imploró Don Quijote, como si se compadeciese del hechizo de la torre- No soy vuestro enemigo, sino que he venido a desatar las cadenas que os mantienen presos. Un favor habré de pediros a cambio del que yo os presto: tan pronto como haya dado fin a este hechizo de la bruja Melissandre, id al Toboso y decid a mi señora Dulcinea que yo, su Caballero de la Triste Figura, os ha liberado a vos y al resto de tus compañeros gigantes de semejante tormento, que con eso yo daré vuestra deuda por saldada. Al pegar con la espada en los cables, nuestro caballero se salva de la descarga gracias a que su armadura hace de jaula de Faraday, pero se le prende la barba y parte del yelmo se le suelda a la cabellera. —¡Señor Don Quijote!-Gritó expectante Sacho, que todo lo veía desde abajo- ¡Ya me temía yo que la tal bruja María Sandra no os iba dejar rescatar a los gigantes, porque no sólo está invocando el viento con su magia, sino que también os lanza rayos desde el cielo! Cuando Sancho volvió subir a Rocinante para socorrer a su señor, la torre entró en resonancia hasta su desplome, cayendo Don Quijote al suelo dentro del ala desplomada hasta la que había trepado. Y en viendo que por más que se agachase no podía encontrar hueco por el que salir, le dijo a Sancho: —No llores por mí, que aunque todo esto haya sido una trampa de Melissandre para apresarme desta manera, mis súplicas han sido atendidas por los dioses. ¿Es que no oyes, Sancho, el rugido del Dragón? Aquel que ves subir por la ladera hacia nosotros es Síriu, Caballero de Bronce del Dragón, combatiente en las Doce Casas, que sacrificó su vista para salvar a sus compañeros, caballeró que luchó para derrotar a Poseidón y Hades, digno poseedor de la Armadura de Oro de Libra, y que ahora acude en nuestro auxilio sin dudar en utilizar la Espada Sagrada Excalibur- sobre la cuál tengo que preguntalle, porque no me encaja que el Rey Arturo la cediese al Santuario- para librarme desta prisión y continuar con el rescate de los gigantes. Tal disparate soltó Don Quijote a Sancho, como consecuencia de haber confundido el ruido del motor de una moto con el rugido de un dragón, y al Guardia Civil que la montaba con el Caballero del Dragón. |
Luego la torre de alta tensión no cumple.
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